Rastros Rojos: Lo que queda" es una exploración visual de la relación entre la comida, el cuerpo y la búsqueda de la perfección impuesta por los cánones de belleza. A través de restos de comida, esta serie refleja el sacrificio silencioso de una mujer que, en su lucha por encajar en un molde inalcanzable, experimenta la soledad, el dolor y la fragmentación de su identidad. El rojo, presente en cada imagen, es el hilo conductor que simboliza el sacrificio, el dolor, la sangre invisible derramada en esa búsqueda de la perfección.
Cada fotografía es un reflejo de lo que queda tras la batalla cotidiana con la comida y el cuerpo, un rastro de las decisiones no dichas, de los placeres negados y de las expectativas no cumplidas. La comida que dejamos atrás es más que un resto: es un testimonio de la lucha interna por alcanzar una imagen que nunca será suficiente. En la soledad de esa lucha, el rojo se convierte en el color del sacrificio, pero también de la vida que late, imperfecta, pero auténtica.