Alejandra y Kurro celebraron su boda en la preciosa Finca El Gasco, rodeados de amigos, risas y una luz tamizada que hizo el día aún más especial.

Alejandra, dulce y detallista, cuidó cada rincón de la boda con mimo. Su vestido de Blanco de Novia Paloma Baena la hizo brillar, y las flores de Verdepimienta pusieron el toque romántico y natural a la decoración.

Kurro, siempre simpático y divertido, llenó el día de alegría. Juntos forman una pareja encantadora, cómplice y llena de energía, que disfrutó cada momento rodeada del cariño de los suyos.

Una boda bonita, alegre y muy especial, reflejo perfecto de cómo son ellos: auténticos y felices.